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La pandemia del Coronavirus ha supuesto varios fenómenos de cambio y adaptación en la gestión de la relación laboral, y, por extensión, en el funcionamiento de los recursos humanos de la empresa. Algunos de estos han sido el auge del teletrabajo o la descentralización de unidades productivas de la empresa como remedio para afrontar las incertidumbres surgidas por la pandemia.
En este contexto, vemos como algunas empresas han constatado que sus redes internas no son lo suficientemente fuertes, seguras o resilientes para poder llevar todas sus áreas al trabajo en remoto. Otras, han necesitado reducir costes para afrontar las consecuencias de la pandemia o aumentar, en definitiva, su productividad para no sucumbir.
Para ello, el outsourcing ha recuperado cierto protagonismo, convirtiéndose en una vía de optimización de la productividad y la reducción de costes.
Ventajas del Outsourcing
Entre algunas de las ventajas del outsourcing, destacan en los tiempos de la COVID-19 las siguientes:
- La agilidad de la prestación de servicios por la empresa contratada y el ahorro de tiempo para cubrir el desempeño de áreas productivas. Gracias a ello, la empresa contratante puede derivar dichos recursos económicos en mejorar la productividad de otras áreas relacionadas directamente con su actividad principal.
- El aumento de productividad de esas áreas descentralizadas en la medida en que, la empresa contratada asume la gestión integral de los recursos humanos de la empresa y se centra únicamente en lograr el mayor desempeño posible en dicha área a un menor coste.
- Externalizar supone evitar preocupaciones y problemas a la hora de optimizar procesos, manejar un software o implementar una determinada herramienta digital. Además, el servicio llevado a cabo por expertos garantiza una eficiencia y eficacia mayor de lo que suele ser capaz de desempeñar una empresa de manera interna.
- La flexibilidad de los servicios prestados por la empresa contratada de cara a las necesidades reales de la empresa contratante, que permite que las empresas contratantes se olviden de desempeñar ciertas tareas no relacionadas directamente con su actividad económica; y, por supuesto,
- El ahorro económico de la externalización de áreas productivas, que en una época en la que, con carácter general, hemos asistido a una reducción del rendimiento económico empresarial, se configura como un importante atractivo a valorar.
Así pues, de cara a afrontar la “nueva normalidad” muchas compañías han comenzado a valorar las numerosas utilidades del “outsourcing” en su camino de adaptación hacia la nueva época post-Covid que, sin duda, ha cambiado el panorama laboral de nuestro país de manera definitiva marcando un antes y un después en las formas de gestión integral de las relaciones laborales y de recursos humanos en las empresas.
En este contexto, el outsourcing puede jugar un papel fundamental para muchas empresas a la hora de salir de la compleja situación económica y empresarial en la que nos encontramos.
Externalización de RRHH
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